domingo, 15 de noviembre de 2009

Un ídolo ante el que inclinarse: Marco Hietala

Hablar de mí supone, necesariamente, hacer hincapié en lo muchísimo que admiro a este hombre, un artista de los pies a la cabeza, un rockero de la vieja escuela que ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias sin modificar en absoluto su esencia. Él es Marco, un tío simpático, divertido, gran bebedor y maravilloso músico, pero, sobre todo, una de las mejores voces que he escuchado.

El primer contacto con él viene normalmente de la mano de Nightwish, su grupo más activo, y así lo conocí yo, ignorante de que llevaba ya toda una vida trabajando con Tarot. Me llamó la atención su aspecto desde el primer momento, pues, como Laura me dijo cuando se lo enseñé recientemente en The islander, "es un vikingo". Sin embargo, no me robó el corazón realmente hasta que lo escuché cantar, y eso fue cuando salió Wish I had an angel, en 2004 (conocí a Nightwish bastante tarde, todo sea dicho). Su voz, enfrentada en ese tema a la de Tarja, me parecía la de un monstruo o la de un villano, que es un poco lo que viene a simbolizar.


A partir de ahí, muchas de sus intervenciones me enamorarían, como The Phantom of the Opera, The siren... Y, por supuesto, de esa manera entré en contacto con su discografía al frente de Tarot, grupo en el que, asimismo, mostraba el lado duro, potente, fuerte de su voz.
Sin embargo, aún me terminó de conquistar, ya siendo un dios absoluto para mí, cuando cantó la preciosa While your lips are still red, compuesta por Tuomas. Fue como descubrir otra cara, otra faceta, y me sorprendió gratamente, por supuesto.

Hoy por hoy, admiro todo lo que hace, todo su trabajo, y uno de los sueños que he de cumplir, sí o sí, es verle en vivo y en directo, a poder ser con Nightwish, por supuesto (otro día hablaré de mi devoción por el grupo y por Tuomas), pero a él, al fin y al cabo.
Decir Marco Hietala es decir experiencia, profesionalidad, talento. Es quitarse el sombrero, de manera automática.

Y, para ilustrarlo, os dejo unos cuantos videos de su extensa producción en la industria musical:

Live hard, die hard (Tarot), 1994:

The phantom of the opera (Nightwish), 2005:

The islander (Nightwish), 2008:

We don't need another hero (Northern Kings), 2007:

Face your demons (After forever), 2006:

Control the storm (Delain), 2008:

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