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miércoles, 7 de junio de 2017

#AdoptaUnaAutora: La memoria del agua, de Emmi Itäranta


Hace casi diez meses exactos, cumplí mi sueño. El día de mi cumpleaños amanecía en Helsinki y tomaba un tren a Turku, como si fuese lo más habitual en mi vida estar dedicando semana y media a conocer el país que había amado en la distancia desde los catorce; como si viajar sola fuera mi profesión (cada vez lo voy asumiendo más como una parte de mi vida: como una parte fundamental de mi vida).
Al siguiente, tras haber pasado una mañana muy especial en Naantali, encontraba por fin lo que llevaba días buscando: una sección de literatura finlandesa traducida al inglés. Había en la Akateeminen Kirjakauppa de Turku muchos clásicos de las letras del país de los mil lagos: las obras de Aleksis Kivi, Mika Waltari y Tove Jansson coloreaban las estanterías en sus versiones inglesas, francesas y, en algún caso, hasta española. Sin embargo, y aunque amo los clásicos, cuando viajo me gusta encontrar voces nuevas, de esas que no suelen estar en las librerías de España. Y The city of woven streets de Emmi Itäranta fue amor instantáneo sin saber muy bien por qué. De mi primer encuentro con la autora he hablado ya en la entrada introductoria de #AdoptaUnaAutora y una fugaz reseña de esta novela, su segunda publicada, la compartí en el blog el pasado septiembre. 
A pesar de haber hablado ya de The city of woven streets y venir hoy a centrarme en su libro debut, La memoria del agua (Memory of water en inglés, que es la lengua en que yo lo he degustado), me resulta imposible no establecer ciertos paralelismos entre ambas obras; por lo que, además de una breve sinopsis y apreciaciones específicas sobre la novela que me atañe, voy a analizar los puntos comunes entre ambas; tal vez de este modo pueda transmitir cuál es el alma de las obras de Emmi.


La memoria del agua (publicada en España por Ediciones B) nos ubica en un futuro hipotético donde los Polos se han derretido, ahogando la mayor parte de los territorios que hoy conocemos. Noria se cría en una sociedad que raciona el agua dulce debido a su escasez; sin embargo, su familia, que se encarga de una casa de té basada en tradiciones ancestrales, no parece tener mucho problema para mantener un florido jardín. La historia nos lleva de la mano de esta joven que va descubriendo, por una parte, la sociedad que la rodea, sujeta a normas muy estrictas y a la intervención militar para controlar los delitos relacionados con el agua; y, por otro lado, los secretos de su padre y el padre de éste y el padre de aquel otro. Lo que la hace distinta, lo que le da la opción de elegir. Y las elecciones no son un tema pequeño en este libro.

Somos hijos del agua, y el agua es la compañera más cercana de la muerte. Ninguna de las dos se puede separar de nosotros, pues estamos hechos de la versatilidad del agua y de la cercanía de la muerte. Siempre van juntas, en el mundo y en nosotros, y llegará la hora en que nuestra agua se seque.
El primer paralelismo al que inevitablemente debo aludir es el del sistema autoritario y represivo en el que suceden las dos historias. Emmi me confesaba en la entrevista que le realicé hace unos meses que plasma en su narrativa sus preocupaciones sobre la actualidad sociopolítica, y lo cierto es que en los dos casos consigue transmitir bien cómo esa falsa libertad se va sacando la máscara; en La memoria del agua, de una forma mucho más directa, ya que la historia comienza en un contexto y es éste el que se ve alterado cuando la escasez de agua hace que el ejército empiece a ejercer un control mayor sobre la población. Al principio son visitas casuales, pero enseguida salen a la luz la sospecha, la autoridad, la violencia. Creo que la madurez ha jugado a favor de la autora y, en este aspecto, The city of woven streets es más interesante y sutil; las conclusiones se sacan despacio, como quien teje. 

Las protagonistas de las dos novelas, Noria y Eliana, son mujeres jóvenes que no acaban de encajar en el contexto en el que las ha colocado la vida. Si Eliana tenía un futuro (y un presente) mucho más marcado, en el caso de Noria es interesante cómo, en varios momentos, tiene la capacidad de decidir qué es lo que desea. Son elecciones cerradas en el sentido de que hay pocos caminos posibles, pero están ahí y marcan su carácter y su historia. Las dos heroínas muestran una evolución clara y creíble, las dos tienen miedos pero conocen sus deberes hacia el mundo y hacia ellas mismas. Son mujeres valientes, determinadas y curiosas; capaces de arriesgar el todo por el todo.

En ambos libros se muestran relaciones personales entre mujeres. En el caso de The city of woven streets, Eliana y Valeria; aquí son Noria y Sanja. The city of woven streets planteaba una conexión extraña entre dos mujeres procedentes de mundos distintos que acababan por enamorarse. La memoria del agua es más misterioso, ya que en ningún momento se alude a sentimientos de naturaleza romántica o sexual, pero la amistad entre ambas jóvenes resulta bastante ambigua. En cualquier caso, en los dos libros hablamos de relaciones sólidas y sanas entre mujeres que se quieren, se respetan y se consideran aliadas. Lo bonito de la novela que da título a esta entrada es que no llegamos a conocer a Sanja tanto como nos gustaría, y es esto lo que nos hace en ciertos momentos no saber qué esperar de ella. Digo que es bonito porque lo deja todo en tierra de nadie, en una nueva elección: para Noria y para el lector.

Nuevamente, es un libro lento. Para mí no supone ningún problema porque disfruto muchísimo de la manera en que Emmi construye sus mundos, piedra a piedra. Su narrativa nos transmite sensaciones, pero también pensamientos que rayan lo filosófico; y, de una forma muy orgánica, la transformación interna de los personajes. Como sucede con las ceremonias del té, Le memoria del agua se toma su tiempo para colocarnos en el lugar adonde debemos llegar; y sólo cuando lo ha conseguido nos arrastra a otro sitio. Es verdad, y también ocurre en su segunda novela, que la acción podría dar más de sí y se queda un poco coja después de tanta preparación; sin embargo, creo que en este libro está más lograda porque vemos el mundo a través de los ojos de Noria e ignoramos todo lo que no conoce ella; de alguna manera, la falta de desarrollo de aspectos externos al personaje resulta comprensible porque estamos a solas en su interior y nada de eso puede tocarnos. Eliana pasaba por un duelo más complejo en tanto en cuanto había más piezas sobre el tablero; para Noria, al final, todo es muy sencillo.

La narrativa de Itäranta es la razón fundamental por la que sé que leeré cualquier cosa que escriba. Más allá del hecho de que sus personajes e ideas conecten conmigo (que lo hacen), su voz narrativa es un regalo para todos los que amamos la poesía. Ese lirismo que la caracteriza empapa todas las descripciones, reflexiones de los personajes e incluso diálogos. La memoria del agua es una novela cargada de metáforas: el agua representa la vida, la muerte, las mentiras, la razón, el amor. El agua es el eje fundamental del libro y no es casual que la familia Kaitio se dedique a la ceremonia del té; pues, en un mundo donde el agua es el bien más preciado, ¿resulta acaso extraño que se venere una tradición con tanto arraigo y que tanta importancia les da a los detalles y al tiempo de maduración?

He tratado de recordar cómo actuó mi madre, encontrar en su tono de voz o sus gestos una confirmación de que no sabía más de lo que entonces dijo. En otros momentos, he intentado darle la vuelta a esta idea, encontrar algo que me convenza de que lo sabía (...). No puedo hallar ninguna de las dos, ningún signo que verifique cuál es la correcta. Hay una distancia entre nosotras que nunca podré cruzar, la distancia del tiempo y el cambio y los finales irreversibles, el pasado que jamás cambia de forma. Como no puedo atravesar el desfiladero, debo recorrer su borde y hacerlo parte de mi vida, una de esas grietas ensombrecidas que no puedo negar y que no es posible iluminar.
Mi madre lo sabía. Mi madre no lo sabía.
El final puede disgustar a algunos, pero personalmente lo prefiero al de The city of woven streets. Tiene un epílogo que, he de admitir, me sobra; cierto es que mueve un par de piezas que habíamos dejado descuidadas sobre el tablero, pero nos quita la oportunidad que el cierre de la novela nos había brindado de decidir. Decidir, como lo hace Noria en ese último párrafo de existencia que tiene como personaje. Y es que, al haber vivido en su piel durante tanto tiempo, somos cómplices de sus pensamientos y responsables de cómo interpretar aquello que hemos experimentado a su lado. El epílogo da respuesta a ese dilema, y me habría gustado que no lo hiciera. Del final en sí, del cierre de la novela, aplaudo su realismo; por mucho que soñemos grandes aventuras, la vida es mucho más sencilla y las cosas cruciales que nos ocurren lo hacen sin aspavientos. 


Quiero animaros otra vez a dar el primer mordisco a la literatura de Finlandia, especialmente a esta ciencia-ficción y fantasía tan novedosas que nos trae el Finnish Weird. También, en la medida de lo posible, a leer a Emmi Itäranta en versión original, ya que en este caso tenemos la suerte de que ella misma escriba sus libros en finés e inglés. Por último, y con esto cierro la entrada, os agradezco las visitas y comentarios que he recibido en todas mis aportaciones al proyecto #AdoptaUnaAutora. Espero poder seguir contribuyendo y acercándoos a esta escritora que significa tanto para mí.

jueves, 13 de abril de 2017

#AdoptaUnaAutora: Emmi Itäranta y el movimiento Finnish Weird

Érase una vez un pequeño y lejano país del norte que tenía un pasado complejo y dividido. Su ubicación geográfica lo situaba entre dos grandes imperios; por lo que su lengua nacional se vio subordinada, en unas ocasiones, a la de su vecino del oeste y, en otras, a la de su vecino del este. A pesar de que el país había desarrollado un riquísimo folklore y una creativa tradición poética oral, los primeros intentos por darle a la lengua nacional un rol oficial no se produjeron hasta hace ciento cincuenta años.
Finnish Weird, Vol. 1


Aunque existen vestigios del uso de la lengua proto-finesa desde aproximadamente un milenio antes de Cristo, la historia de Finlandia es la de una región estratégicamente localizada y, como tal, utilizada y ocupada de forma alterna y sucesiva durante siglos por Suecia y Rusia: ambas potencias fuertes enfrentadas entre sí cuyo idioma propio era impuesto como el de cultura y uso administrativo en todo el territorio conquistado. 
El idioma finés, vehicular para todos los nativos de la región, se utilizaba para transmitir de forma oral la rica valija folklórica amasada durante siglos (y que recogió en el siglo XIX Elias Lönnrot en el Kalevala). Mientras tanto, el sueco y el ruso fueron las lenguas usadas en el ámbito culto y que se adueñaron también de la literatura escrita. Obras de tanto peso como las novelas de los Moomin, de Tove Jansson, fueron concebidas en sueco.
Cuando Finlandia se independiza de Rusia, en 1917, la lengua finesa cobra oficialidad y reaparece en su faceta escrita ya no sólo en periódicos (que existían previamente) sino también y por vez primera en obras literarias de ficción.

La ficción en finés de las primeras décadas responde a las necesidades de una nación joven que ha estado sometida durante mucho tiempo, y se centran en plasmar la historia y el estilo de vida del pueblo finlandés de un modo que se acerca mucho a la realidad. Los elementos fantásticos, nunca ausentes del todo, se consideran parte de los libros dirigidos a niños y jóvenes, pero apenas figuran en obras para público adulto. 

La fantasía y la ciencia-ficción fueron géneros olvidados y carentes de interés para el grueso de los lectores finlandeses hasta hace apenas veinte años. Las grandes obras internacionales enmarcadas en estos géneros (1984, Dune, El hombre en el castillo...) fueron traducidas al finés a partir de los 60, y no comenzaron a cosechar aficionados hasta las décadas de los 70 y 80. Se puede decir que es entonces cuando nace lo que hoy se conoce como Finnish Weird: el heterogénero grupo de escritores y escritoras que publican fantasía y ciencia-ficción, dos de los géneros dominantes en la actualidad, y que además están empapados de una serie de rasgos y temas muy íntimamente ligados a su país de nacimiento. Novelas como The rabbit back literature society de Pasi Ilmari Jääskeläinen o The core of the sun y Troll: a love story (en español, Angel y el troll) de Johanna Sinisalo son inseparables del contexto en el que surgen, de la tradición finlandesa y del tipo de sociedad en la que se conciben. Su humor negro, sus personajes desnudos y salvajes, la relación con el bosque y la atmósfera melancólica y nocturna son profundamente finlandeses, así como recurrentes en las obras de autores que, por lo demás, no tienen nada que ver entre sí. El realismo es crucial en la ciencia-ficción finlandesa

Johanna Sinisalo es la que da nombre a un movimiento hasta entonces huérfano, bautizándolo como Finnish Weird allá por 2010; en 2014 se publica el primer número de la revista homónima, que se puede encontrar en inglés en su web. A esta declaración de intenciones se suman Tiina Raevaara, Magdalena Hai, Leena Likitalo, Anne Leinonen y muchos otros autores y, especialmente, autoras que llevan en la actualidad el peso de la narrativa finlandesa y que poco a poco están consiguiendo exportar esta peculiar forma de ver el mundo. Emmi Itäranta, mi autora adoptada, es pionera en la publicación de forma simultánea en finés e inglés: escribe sus obras paralelamente en los dos idiomas y sus trabajos han sido editados en ambos. La memoria del agua, su primera novela, ha visto la luz también en español gracias a Ediciones B; el Finnish Weird engloba obras tan ricas, únicas y distintas entre sí que cuesta creer que todavía exista tal resistencia a traerlas a nuestro país. 

Nunca se debería utilizar el género narrativo como criterio para evaluar los méritos literarios de una obra, contaba Emmi en el primer número de Finnish Weird. En mi opinión, una de las funciones principales de la ficción es la de mostrar el mundo desde una nueva perspectiva y cuestionar lo obvio. La ciencia-ficción cumple este propósito porque no está limitada por los problemas del realismo. (...) El mercado literario finlandés es tan pequeño que, para poder sobrevivir, la ciencia-ficción debe cruzar géneros y mezclarse con las corrientes principales para encontrar un público más amplio que el de los aficionados a la ciencia-ficción.


Sin duda, el mundo del Finnish Weird desborda ideas y posibilidades, y sus autores buscan incansablemente llevarlo más allá de sus fronteras por medio de publicaciones tan imprescindibles como la revista creada por Sinisalo. Os invito a empujar el movimiento y a darle visibilidad como yo espero seguir haciéndolo.


Fuentes consultadas:


jueves, 2 de febrero de 2017

"Promocionar obras escritas por mujeres es tan necesario como en cualquier otra época". Entrevista a Emmi Itäranta #AdoptaUnaAutora

Fotografía realizada por Heini Lehväslailo


-Hola, Emmi. En primer lugar, muchísimas gracias por acceder a responder mis preguntas.
El proyecto Adopta una Autora surgió con la inquietud de dar difusión a trabajos literarios realizados por mujeres de cualquier época, nacionalidad y género. ¿Crees que, a día de hoy, todavía es necesario este tipo de propuestas? Como escritora, ¿te has encontrado con alguna dificultad a la hora de difundir tus obras?

¡Hola, Beatriz! Gracias por hacer que mi trabajo forme parte de Adopta una Autora, parece un proyecto fantástico. Probablemente eso ya conteste a tu primera pregunta: sí, creo que promocionar obras escritas por mujeres es tan necesario como en cualquier otra época; especialmente ahora que todo apunta a que vamos a tener que enfrentarnos a nuevos ataques contra nuestros derechos en el mundo occidental. Irónicamente, en muchos países los libros escritos por hombres tienen más probabilidades de recibir reseñas, convertirse en best-sellers y ganar premios que aquellos que han escrito mujeres; sin embargo, en Finlandia, que es mi país natal, la situación es bastante buena: de hecho, en los últimos quince años ha habido una especie de oleada de jóvenes escritoras muy exitosas. Creo que esto tiene que ver con las posibilidades de formarnos y trabajar que las mujeres tenemos en Finlandia.

Yo, personalmente, no he tenido problemas para promocionar mis libros debido a mi sexo, pero a veces la gente hace suposiciones sobre lo que debería o lo que podría escribir. Cuando digo que soy escritora, muchas veces me preguntan: “¿Escribes literatura romántica / libros para niños?”.
Una vez, me presentaron a un colega (cuyo nombre no voy a decir). Me miró largamente, como con desconfianza, y dijo: “¿ escribes ciencia-ficción?”. Todavía no tengo claro cuál se supone que debe ser el aspecto de un autor de ci-fi, pero por lo visto yo no entro en el patrón.


-Eres una autora finlandesa residente en Inglaterra. ¿Qué influencia crees que cada uno de estos entornos deja en tus novelas?

La mayor y más obvia influencia está en el idioma. Adoro mi finés natal por su claridad, ese ritmo casi musical y su gramática compleja. También adoro el inglés por su amplio vocabulario y la cantidad de opciones tan precisas que aportan matices infinitos. Son lenguas muy diferentes, y ambas tienen un gran impacto en mi proceso narrativo.
Además, mencionaría una diferencia cultural fundamental. Finlandia es un país joven y pequeño que siempre ha estado gobernado por países más grandes y poderosos; Reino Unido era un imperio mundial. Creo que las visiones del mundo de ambos países son muy distintas a causa de su carga histórica tan diferente, y esto es algo que me fascina y que condiciona mi forma de escribir.

Una vez, me presentaron a un colega (cuyo nombre no voy a decir). Me miró largamente, como con desconfianza, y dijo: “¿ escribes ciencia-ficción?”. Todavía no tengo claro cuál se supone que debe ser el aspecto de un autor de ci-fi, pero por lo visto yo no entro en el patrón.


-Posiblemente ya te hayan preguntado esto en otras ocasiones, pero es curioso que escribas tus novelas al mismo tiempo en finés y en inglés. ¿Cómo es el proceso? ¿Qué crees que se pierde o se gana en la traducción?

Nunca me planteé escribir en dos idiomas. Sucedió de forma natural, ya que comencé a escribir mi primera novela poco después de mudarme de Finlandia a Inglaterra, y usar ambas lenguas me pareció una progresión natural.
En la práctica, suelo escribir el primer boceto de cada capítulo en finés, después lo traduzco al inglés y los voy editando a medida que traduzco. La primera traducción también hace las veces de primera edición. Después vuelvo a traducir el capítulo al finés, editando de nuevo. Cuando tengo el capítulo listo en las dos lenguas y las versiones están ambas actualizadas, paso al siguiente capítulo y repito el proceso.
Para mí, las dos lenguas son herramientas que me ayudan a conseguir una narración más clara y pulida. También disfruto mucho la interacción entre ambas. Las palabras que elijo y la manera de formar las oraciones están muy marcadas por ese modo de pensar en dos idiomas en vez de uno, así que a veces me tomo licencias en alguna expresión difícil de traducir; esto no es algo necesariamente bueno. Pero creo firmemente que los beneficios de escribir en dos lenguas superan sus desventajas.


-Sé que admiras a Margaret Atwood y Kazuo Ishiguro y es fácil ver su influencia en tus obras. ¿Hay algún autor finlandés que te haya marcado?

Sí, varios: entre otros, Tove Jansson (no sólo los libros de los Moomin, sino también sus novelas y relatos para adultos), Johanna Sinisalo, Leena Krohn, los poemas de Eeva-Liisa Manner y Edith Södergran. Suele atraerme la escritura más lírica, pero también aquella que se centra en lo extraño o inesperado, mostrando una realidad conocida desde un punto de vista desconocido.


-En tus obras presentas personajes muy bien hilados que se van desarrollando de forma lenta, pero efectiva y creíble. ¿Qué ingredientes crees que necesita un personaje para resultar realista?

Gracias por tus palabras. Creo que la mejor forma de desarrollar personajes creíbles es pensar en ellos como gente a la que conoces y de la que quieres saber más, en vez de un conjunto de trazos ficticios. Me aproximo a mis personajes de una forma muy holística. Incluso con personajes que tienen un papel menor en la historia, intento imaginar cómo sería pasar tiempo con ellos bajo el mismo techo; cómo se moverían, hablarían, reaccionarían a las situaciones, interactuarían entre ellos y demás. Para mí, son como personas reales que se acercan y me cuentan sus historias; no los siento como algo que yo he creado.


-En tu novela The city of woven streets, los sueños son vistos como un virus que es necesario combatir. ¿Es una metáfora de las sociedades actuales?

En cierta medida, sí. Elegí escribir sobre los sueños porque para mí son una metáfora muy potente que se puede interpretar de distintas formas. Los sueños son tan emocionales y subjetivos que representan todo lo incontrolable para los seres humanos. Intentar controlar los sueños es el máximo ataque a la libertad: libertad para ser quien eres, libertad para imaginar un mundo distinto, libertad para cuestionar y desafiar las estructuras de poder existentes.
En el mundo, estamos presenciando movimientos encaminados al totalitarismo y el control, y posiblemente haya reflejado algunas de mis preocupaciones al respecto en esta obra.

En el género fantástico, las relaciones entre personajes del mismo sexo, especialmente si se trata de mujeres protagonistas, son aún bastante infrecuentes.


-El romance entre dos mujeres, Eliana y Valeria, se presenta en esta novela con la misma naturalidad que cualquier otro. ¿Hay una intención normalizadora o simplemente surgió así?

La forma en que reflejé la relación entre Eliana y Valeria, de hecho, fue una decisión muy consciente. En parte se trataba de desafiar las convenciones del género fantástico, donde las relaciones entre personajes del mismo sexo, especialmente si se trata de mujeres protagonistas, son aún bastante infrecuentes. Los personajes se enfrentan a desafíos impuestos por la sociedad en la que viven, pero mi intención era mostrar también su amor mutuo como fuente de poder, no de tragedia.


-¿Cuáles son tus planes para el futuro?


Estoy comenzando a escribir mi siguiente novela. No puedo contar mucho todavía, pero está ambientada en el futuro, y parte de la acción sucede en el espacio porque la Tierra ha quedado inhabitable por culpa de la acción humana. Mi deseo es seguir escribiendo novelas mientras mis manos puedan moverse.



Quiero agradecer a Emmi su generosidad al animarse a responder mis preguntas; ha sido un placer. Gracias también a Alba por el asesoramiento periodístico. 

lunes, 9 de enero de 2017

#AdoptaUnaAutora: Presentación de Emmi Itäranta

Fotografía realizada por Heini Lehväslaiho

Tampere, ciudad industrial situada al sur de Finlandia, ve nacer a Emmi Itäranta en 1976. A los cinco años ya entraba dentro de sus planes narrar, y durante toda su infancia estuvo vinculada al ejercicio de la escritura en uno u otro formato. 

Cursó en la Universidad de Tampere un Grado en Drama y Teatro. Posteriormente, se mudó a Reino Unido e inició un Grado en Escritura Creativa en la Universidad de Kent. Su novela debut, La Memoria del Agua (publicada en España por Ediciones B) nació en esta época como un trabajo de clase; el proyecto se escribió en inglés y finés de forma simultánea, recibiendo el apoyo y la crítica tanto de sus profesores británicos como de los conocidos y amigos escritores con los que conservaba el contacto en su país natal. Dos años y medio más tarde, la historia estaba finalizada.

Tras varios rechazos editoriales tanto en Inglaterra como en su nación de origen, la novela resultó ganadora del Concurso de Ciencia-Ficción y Fantasía de la editorial finlandesa Teos en 2011, y llegó a las librerías en 2012; tres años más tarde vería la luz su versión en inglés. Hasta la fecha, se han vendido los derechos para traducirla a veintiún idiomas.

En 2015, sale a la venta en Finlandia su segunda novela, titulada en Reino Unido The City of Woven Streets (en Estados Unidos se le ha dado el nombre de The Weaver). 


La Memoria del Agua ha estado nominada a los premios Arthur C. Clarke (Reino Unido), Philip K. Dick (Estados Unidos), Crompton Crook (Estados Unidos) y Young Aleksis Kivi (Finlandia), entre otros. Fue finalista del Premio Salerno Libro D'Europa (Italia). 

The City of Woven Streets fue ganadora del Premio Literario de la Ciudad de Tampere.
Algunos de los comentarios de la crítica sobre sus trabajos aluden a la complejidad de los personajes que presenta, la fuerza de las relaciones principales y la narrativa evocadora y cargada de lirismo que emplea. 

Emmi compagina su trabajo como novelista con otros tampoco lejanos a la literatura, entre los que se encuentran el de columnista o el de crítica teatral. La escritura como profesión, para ella, ha de ser vocacional ya que depende en gran medida de la perseverancia y la insistencia a lo largo del tiempo.


Fuentes consultadas:
  • http://www.emmiitaranta.com/
  • https://civilianreader.com
  • http://www.londonlotta.com/
  • http://www.finnishweird.net/

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Adopta una Autora: Emmi Itäranta


Estoy últimamente que me apunto a un bombardeo, señores. Y es que hay iniciativas tan bonitas en el mundo Blogger, que me dan ganas de emplear en ellas un tiempo del que no dispongo (ojalá a todo le pusiera el mismo empeño).

Hace unas semanas que me enteré de la existencia de esta propuesta, que no busca sino dar visibilidad a las muchísimas y diversas autoras tanto pasadas como actuales, y empecé a barajar nombres y a plantearme hasta qué punto podría participar. Y, dado que me seducía tanto la idea, al final he caído y lo haré, y no con una escritora cualquiera sino con Emmi Itaränta, mi gran flechazo de este verano y a la que mencioné ya en mis Favoritos de Agosto.
Durante los próximos meses, dedicaré una serie de entradas a hablar de ella y de su obra al tiempo que yo misma la vaya conociendo un poquito más. Os invito a aventuraros conmigo en su mundo, así como a visitar el Twitter oficial de Adopta una Autora y leer también a las muchas otras personas que van a aportar su granito de arena en esta causa.

Como escritora, no podía decir que no. ¡Tampoco lo hagáis vosotros!