viernes, 5 de febrero de 2010

LOST: estreno de la sexta temporada


"Acabamos de ser testigos de un impresionante y atrevido pedazo de relato televisivo" (USA Today).

El estreno de la nueva y última temporada de la mejor serie del mundo ha sido triunfal. A estas alturas de la película, los guionistas siguen arriesgando muchísimo y creando nuevos y tremendos misterios. No dejarán de sorprendernos hasta el final. Y, aunque, a partir de lo que se ha visto, ya hay muchísimas teorías que parecen acertadas, está claro que todo dará un giro radical en cualquier momento y nos dejará con la boca abierta; siempre hacen eso.

Me enganché a Lost cuando apenas estaba empezando, en la primera temporada, cuando la echaban en TVE. Era un domingo de tantos otros en que me tocaba estar aburrida en el pueblo, y me puse a hacer zapping entre los tres canales que se veían allí. La razón por la que me detuve a ver la serie fue Dominic Monaghan. Fue como: "¡Merry!". Al principio pensé que se trataba de una película, hasta que terminó el capítulo y dijeron algo así como que podríamos seguirla no sé qué día de la semana.
Recuerdo con especial nitidez las noches en que tenía el messenger abierto para poder comentar los capítulos con Yelan en los descansos publicitarios. Estábamos emocionadas, enganchadas y absorbidas totalmente por los misterios de Perdidos. Decíamos constantemente que no nos daba buena espina Locke porque pensábamos que sabía más de lo que decía.
También se me viene a la cabeza la noche en que echaron el final de la primera temporada, que, justo cuando acabó, hablé por teléfono con Mai y comentamos lo alucinadas que nos habíamos quedado y la necesidad que teníamos de ver lo que iba a pasar después.
La segunda temporada comencé a verla por Internet, pero, por una razón u otra, lo fui dejando y después no me venían bien los horarios de TVE, así que, durante un tiempo, no seguí la serie, hasta que, estando en plena fase de exámenes ya en Primero de mi carrera, me dio una fiebre tremenda de Lost y me vi de corrido lo que me restaba de la segunda, la tercera y la cuarta temporada.
No puedo ser objetiva con esta serie. Conecta totalmente conmigo, la mire por donde la mire, y no hay un solo capítulo que no me encante (dicen que el peor es el de los tatuajes de Jack, pero sale Bai Ling *___*). Todos los personajes son absolutamente bestiales (a pesar del odio innato que siento hacia Michael), los planteamientos morales, el tema de la redención, y por supuesto todo ese universo de ciencia ficción y mitología... Me parece una OBRA DE ARTE con mayúsculas.

El estreno de su última temporada, por un lado, me pone triste, porque lo que queda ahora es una cuenta atrás para el final, pero, por otro, me ha entusiasmado sobremanera y me ha hecho dar saltos durante un buen rato por la casa (también me he enamorado del japonés xD).


"La temporada 6 no trata de viajes en el tiempo. Trata sobre las implicaciones, las consecuencias, y la causalidad de intentar cambiar el pasado" (Damon Lindelof).

Sorprendedme.

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