jueves, 1 de diciembre de 2011

Tu cara me sigue sonando

Es raro e inusual que yo hable de televisión, aunque la veo más de lo que reconozco, y que me decida a escribir sobre el tema en este blog. Sin embargo, a veces surgen programas y series que son un soplo de aire fresco en un medio, en mi opinión, algo oxidado (por no decir otra cosa).
Cuando empezaron a emitir los primeros anuncios de este programa, busqué en Internet de qué iba la cosa y me topé con un artículo que comentaba que no se trataba sino de una reinvención de otro espacio que Antena 3 emitiera años atrás sin éxito. A mí me pareció un "Lluvia de estrellas" pero con famosos, que al fin y al cabo es lo que es en esencia.
La verdad es que, por todas estas razones, no empecé a ver el programa cuando se estrenó y no le di ninguna oportunidad hasta que, una noche que no había nada más, decidí dejarlo un rato. Acabé quedándome hasta el final y declarándome seguidora, quizá no tanto por la temática del programa en sí, ni siquiera por Mónica Naranjo, a la que admiro, no; fueron los propios concursantes, su manera de protestar, de decir cosas desde el sitio donde se sientan a ver actuar a sus compañeros, la interacción con el jurado y con el público lo que me encantó. Ayer lo dijeron los propios miembros del jurado: Santiago Segura ha sido la esencia del show. Y es que, probablemente, no habría sido ni la mitad de divertido de no haber estado él (que para mí ha sido un descubrimiento como persona, porque hasta ahora lo veía como el pesado de Torrente y poco más), el gran Josema Yuste (enormísimo en todas sus imitaciones, pero especialmente en la de Ana Torroja) y Toñi Salazar (que a mí me ha arrancado muchas carcajadas).
La ganadora de la primera edición ha sido, y no sabemos si justamente o no (porque en la web de Antena 3 se anunció su nombre antes de empezar la gala; ellos dicen que los hackearon), la más pequeña, Angy, a la que muchos conocemos desde que se quedó a las puertas del triunfo en Factor X, ese programa donde también concursaban Ailyn de las Charm, que ahora es ni más ni menos que vocalista de Sirenia (lo que es la vida); o Leire, actual cantante de La Oreja de Van Gogh. Para mí esta chica se estropeó un poco al meterse en una serie tan, de nuevo en mi opinión, mediocre como Física o química, donde, por cierto, no brillaba por su interpretación. Ha sido, tongo o no tongo aparte, un gustazo volver a verla en su terreno, cantando como canta (y vaya vozarrón se gasta) e imitando con más o menos éxito a artistas de la talla de Anastacia, Lady Gaga, Michael Jackson o Freddie Mercury. Aunque habría preferido que ganaran o Santiago o Julio Iglesias Junior, tengo que reconocer que la chica se lo merecía.
No sé cómo será la segunda edición (aunque la presencia nuevamente de Santiago Segura nos garantizará las risas), pero, aunque espero que hayan aprendido la lección y no vuelvan a engañar a la gente haciéndoles votar para un concurso ya amañado y no sé si tan en directo como aseguraba Manel Fuentes, ésta ha sido grandiosa como programa de entretenimiento. Por todo lo que me he reído con vosotros, gracias. 


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