Por segundo domingo consecutivo, vengo a compartir con vosotros un tema musical. En este caso me he ido a los ya clásicos, a esas canciones que no pasarán nunca de moda y que no dejarán de animarnos.
Billy Idol fue uno de mis primeros ídolos en el mundo del rock ochentero y, por supuesto, siempre será un icono y un referente a nivel de estética y actitud.
Sin más, os dejo con Dancing with myself.
Estética postapocalíptica y buena música. Me ha convencido.
ResponderEliminarSigue siendo muy grande a sus 56 años.
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