domingo, 11 de diciembre de 2016

[Domingo de Poesía] Lisboa

¡Buen domingo! La semana pasada me salté esta sección, pero ya estoy preparada para volver a compartir aquellos poemas que me enamoren, que me destrocen, que me levanten. 

La Navidad se aproxima y, si el año pasado tenía por fin la oportunidad de cumplir mi sueño de ver las luces de Londres, esta vez ha sido el turno de Lisboa, que me ha recibido engalanada y cargada de música para saludar al Natal. Como buena gallega, conozco un poquito el norte de Portugal desde niña: he estado (muy) de pasada en Oporto y Chaves, así como muchas veces en mi querida Valença do Minho. Sin embargo, ¡hay tantos lugares que no conozco de nuestro país vecino! Aunque tengo muchas ganas de hacer un viaje en condiciones y recorrer muchos otros puntos de su geografía, esta vez ha sido el turno de la fascinante Lisboa, que me ha encandilado en apenas dos días y medio. 

He vuelto a España no sólo embelesada por la belleza de esa ciudad de contrastes, sino también enganchada al idioma, que he chapurreado y devorado con los oídos. Tengo pendientes las letras de Pessoa, Camões, Saramago y tantos otros ineludibles; pero hoy os traigo a una mujer en cuyos versos acabo de adentrarme y a la que ya me siento cercana.

SOPHIA DE MELLO BREYNER

Imagen tomada de https://ciberduvidas.iscte-iul.pt
Sophia de Mello Breyner nació en Oporto en 1919, descendiente de daneses. Se crió en una familia de posibles y creció en su Quinta de Campo Alegre, que es a día de hoy el Jardín Botánico de la ciudad. 
De niña, incluso antes de aprender a leer, memorizaba poemas y los recitaba ante su familia. Ya a los doce años componía sus propias rimas
Se fue a Lisboa, donde estudió Filología Clásica, carrera que nunca llegaría a terminar. Fue una época fructífera para ella, ya que empezó a colaborar con la revista Cadernos de Poesía e hizo contactos en el mundo de las letras.
Para cuando se casó, en 1946, con el periodista y político Francisco Sousa Tavares, ya tenía un libro publicado. De este matrimonio, que se asentó en Lisboa, nacieron cinco hijos que guiaron la inquietud creativa de Sophia hacia los cuentos infantiles. No obstante, siguió produciendo poesía y empezó a tocar en sus versos temas sociales e incluso cuestiones religiosas. Su esposo tuvo una importante influencia ideológica en ella, que se convirtió en una figura representativa de la oposición a la dictadura
Tras la Revolución de los Claveles, que sería fundamental en la consecución de la democracia, fue nombrada Diputada de la Asamblea Constituyente representando al Partido Socialista
Murió en 2004 a los 84 años de edad. Algunos de sus poemarios principales fueron O día do mar (1947), O cristo cigano (1961), Livro sexto (1962) e Ilhas (1989). La pieza que os comparto en esta entrada se encuentra plasmada en el mirador que lleva su nombre, junto a la iglesia de Graça, en el tradicional barrio de Alfama.


LISBOA (Traducción de Alejandro Krawietz extraída de letraslibres.com)

Cuando atravieso —desde el sur— el río
Y la ciudad a la que llego se abre como si de mi nombre ella naciese
Se abre, se yergue en su extensión nocturna
En su largo lucir de azul y río
En su cuerpo apilado de colinas--
La contemplo mejor cuando la nombro
Todo se ve mejor cuando lo nombro
Todo muestra mejor su estar y su carencia
Porque lo nombro.
Lisboa con su nombre de ser y de no-ser
Con sus meandros de espanto vigilia y hojalata
Y su brillo secreto de cosa de teatro
Su cómplice sonrisa de intrigas y máscaras
En cuanto el largo mar se dilata a Occidente
Lisboa oscila como una gran barca
Lisboa cruelmente construida a lo largo de su propia ausencia
Digo el nombre de la ciudad
—Digo para ver.


¡Que esta semana venga cargada de poesía para todos! 

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