Papá Noel Invisible

Hay ideas que te atrapan enseguida. Yo, que soy nueva en esto de relacionarme con otros bloggers, no conocía esta propuesta que ya lleva varios años poniendo Beleth en marcha en su blog Book Eater. Pero, sinceramente: ¿sorpresa?, ¿regalos navideños?, ¿libros? ¿Es que podía fallar algo en este plan? 

Aunque tenía previsto reservarme para el día de Navidad, hoy he llegado por fin tras unos meses a la casa de mis padres y al ver los paquetes no he podido resistirme. 

Antes de enseñaros mis regalos, quiero dar las gracias a Beleth por organizar algo tan bonito y a mi Papá Noel, Diego Marcapáginas, por los detallazos que me ha enviado. (Me ha hecho ilusión que fuera él porque sigo -y conozco, ya puestos- a muy pocos booktubers, pero él es uno de ellos).

Parte primera: los libros

Los Papá Noeles debíamos enviar a nuestros amigos algún libro de su lista de deseos de Amazon. La mía era bastante variada e improvisada, por lo que podría haber recibido cosas muy diferentes. Diego se decantó por 84, Charing Cross Road y Letters from Father Christmas, ambos con una nota de regalo. (Siento la calidad de las fotos, me he dejado la cámara en Madrid).

84, Charing Cross Road de Helene Hanff es correspondencia reunida: una serie de cartas que a lo largo de los años su autora intercambió con la librería Marks & Co. de Charing Cross. Hace tiempo que le tenía ganas, ya que Londres y particularmente esa calle significan mucho para mí; tengamos en cuenta que algunas de mis librerías favoritas se encuentran precisamente en las inmediaciones de ese número 84.

Letters from Father Christmas de Tolkien es uno de esos clásicos que todavía no había leído, pese a ser una gran admiradora de todo lo escrito por el británico. No todo el mundo es consciente del papel fundamental que los hijos de Tolkien jugaron en el impulso creador del escritor; sus historias más infantiles me parecen deliciosas, por lo que estoy deseando saber qué les contaba Papá Noel a esos pequeños.

Parte segunda: las monerías

La otra cara del regalo debían constituirla una postal y "monerías varias": detalles literarios, cuadernos, chucherías... Lo que cada uno quisiera. 

La verdad es que Diego me ha hecho sentir un poco mal porque yo no he enviado tantas cosas a la persona que me tocó; pero me ha motivado a darle muchas más vueltas a la cabeza el año que viene, si vuelvo a jugar (esta vez he tenido bastantes problemas de tiempo e infraestructuras).

Enumero: un cuaderno, una tarjeta (postal) en blanco, post-its diversos y muy kawaii, notas en forma de corazón y una mini-cesta de la compra; además de la postal navideña, claro está. Poquita cosa.

Así que nada, muchas gracias de nuevo y atiendo a la petición de compartiros su canal por si os apetece pasaros: 

Me ha gustado mucho participar y me encantaría volver a hacerlo. 

¡Feliz Navidad a todos! Deseo que la paséis envueltos en cariño y comida.