jueves, 14 de abril de 2011

Inolvidable


El pasado verano, cuando estaba en Londres, apenas tenía acceso a Internet. La conexión del hotelucho donde nos alojábamos era terrible y nos trajo de cabeza durante todo el mes. Me conectaba a veces para hablar con mis amigos, subir fotos y descargarme series que ver por las noches en el cuarto. Poco más. Uno de aquellos días, entré en Twitter y leí que alguien ponía: "R.I.P. Daisuke". Hay unos cuantos Daisukes importantes en mi vida, por lo que pregunté, aunque sin demasiado miedo: es un nombre frecuente. Y no sé, se me habían pasado unos cuantos por la cabeza (incluso Die de Dir en Grey), pero nunca Daisuke Ochida. Me costó muchísimo reaccionar ante una noticia tan terrible, era tan difícil de creer...
Muchos músicos han fallecido últimamente y recuerdo haber mantenido un par de conversaciones al respecto en las que acabé al borde de las lágrimas. A algunos de ellos los echo muchísimo de menos. Se están yendo personas importantes, personas con talento, personas que me han cambiado la vida. Pero Daisuke era... inconcebible.
Después de todos estos meses, llevo un par de días sin poder dejar de pensar en él. Llorándole por primera vez. Supongo que estoy asimilando que este ser tan maravilloso ya no existe en nuestro mundo. Daisuke era alguien excepcional y Kagerou supone muchísimo para mí porque fue uno de los primeros grupos Visual que conocí. Todavía me acuerdo de hablar con mi tocaya madrileña cuando vinieron por primera vez a París junto con D'espairsRay. Mi tocaya fue a verles y yo estaba histérica ansiando conocer los detalles.

Cuando Kagerou se disolvió, fue una gran desilusión. No me dolió tanto como las de otros grupos, eso es cierto. Todavía estaba intentando procesar la separación de Pierrot y esta otra llegó como un eco. Al principio no seguí demasiado a The Studs, el proyecto posterior de Daisuke. Escuché una o dos canciones y me dio demasiada lástima que aquello no fuera Kagerou.
Hace un par de años decidí que era el momento de recuperar el tiempo perdido y engancharme a su discografía. No sólo eso, sino que hasta incluí a Daisuke en uno de mis fanfics, uno que sigue inacabado porque, después de su muerte, ya no sabía cómo llevarlo. Recuperé mi relación con él y lo redescubrí no sólo como cantante, sino también como la fuente de inspiración que fue siempre para mí.

Ahora que por fin empiezo a pensar en él después de estos meses, siento una profunda tristeza. Algunas personas nunca deberían irse. Cuando estaba en el instituto y pasé por un momento realmente malo, hubo dos canciones que me hicieron sentir comprendida y arropada. Dos canciones compuestas por dos amigos que seguirán siéndolo más allá de la muerte. Una de ellas es mi canción, el himno de mi vida, ese grito agónico que a veces me aprieta todavía el corazón: Mushi de Dir en Grey. La otra era de Kagerou, era de Daisuke: Zetsubou ni sayonara. Las dos me salvaron. Por eso no puedo cerrar esta entrada de otra forma.

Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Al comentar en este blog, manifiestas conocer y estar de acuerdo con la Política de Privacidad del mismo.