miércoles, 7 de enero de 2015

Propósitos para 2015


No suelo compartir mis propósitos a pesar de que siempre los tengo, pero este año quiero empezarlo de una forma diferente, y aquí va mi pequeña lista de cositas que quiero ir haciendo día a día para sentir que aprovecho el tiempo y lo dedico a lo que me importa.
Así pues, ésta es mi lista de propósitos posibles y realizables:

1. Leer mucho. Lo de mucho es relativo, hay gente que se marca una meta de 100 libros en Goodreads. Yo mantengo mi desafío de 2014 y pienso leer al menos 30; en este caso, también quiero que no me ocurra como el pasado año y de esos 30 la mayoría sean cómics: vamos a leer libros de los que no se acaban en una hora.

2. Traducir más. Para quienes no lo sepan, hay otro blog que llevo desde hace varios años: Lyrical Poem. Me dedicaba a traducir canciones en mi cuaderno hasta que decidí hacerlo a través de Blogger, y me ha ido bastante bien. Sin embargo, desde hace un tiempo, entre el trabajo y los estudios (UNED, oposiciones...), me ha costado más llevarlo al día. Así que me propongo subir una traducción a la semana o, como poco, una cada dos semanas. Y tengo que hacerlo o me voy a enfadar mucho conmigo misma.

3. Actualizar House of the Silent con frecuencia. Y es que me sucede lo mismo con éste, y no puede ser. Así que voy a intentar escribir algo al menos una vez cada quince días; veinte si me pongo flexible. (Mayo y junio no cuentan ni para este propósito ni para el anterior; no puedo prometer constancia con las oposiciones ahí).

4. Estudiar más. Los dos primeros años preparando oposiciones fueron, para mí, un infierno; no quiero volver a hacer las cosas de la misma manera y no quiero volver a sacrificar la totalidad de mi tiempo libre, por lo que voy a tratar de estudiar de forma constante, pero sin asfixiarme. Es muy difícil cuando llegas a casa a media tarde y estás hasta las narices de niños, didáctica y psicología evolutiva, pero voy a organizarme para que no se me venga el mundo encima. Después de todo, seguir manteniendo el estilo de vida que llevo es algo que también me importa mucho.

5. Hacer deporte. No sé de dónde voy a sacar el tiempo, pero voy a dedicar un ratito, por corto que sea, a moverme un poco cada día. Lo bueno del piso donde estoy viviendo ahora es que pertenece a una de estas urbanizaciones modernas que tanto gustan en Madrid, y tenemos piscina y gimnasio comunitarios. Así que no tengo excusa para no hacer un poco más de ejercicio.

6. Compartir lo que me gusta. Me he apuntado a dos retos, uno en Facebook y el otro en Tumblr. El primero consiste en compartir música de 12 artistas (mis más escuchados en Lastfm), de uno cada mes; el otro, en recomendar una película por día. Al segundo ya he faltado como una cosaca y sé que se va a quedar a medias, pero de todos modos trataré de no abandonar por completo ninguno. 

7. Veganizarme. No, no voy a dejar de comer carne ni otros alimentos de origen animal. Lo que sí que quiero hacer es cambiar mi estilo de vida por uno más respetuoso con el medio ambiente y los seres vivos. Y, si bien considero que el ser humano es un animal omnívoro, lo que no me da la gana de seguir permitiendo es que por cosas tan superficiales como cuidar nuestro aspecto (compro cosméticos como la que más) tengamos que hacer daño a otras criaturas, cuando hay mil alternativas mejores. Así que voy a ir cambiando mi maquillaje y cremas por otros de marcas mucho más amables e igualmente buenas; y cuando consiga dar este paso será más fácil empezar a cambiar también otros productos.

8. Consumir de forma más sostenible. Que sí, que el invierno madrileño es frío, pero no voy a abusar de los recursos ni vivir a 30 grados en casa; es algo que mi padre me ha enseñado por la fuerza durante todos los inviernos de mi vida en Ourense (en su caso es por racanería, pero me vale) y que todos deberíamos entender. Baja la calefacción cinco grados y ponte una manga más. Sencillo y realizable. Lo mismo intentaré con el agua y la electricidad. A ver si mi bolsillo da fe de ello.

9. Escribir más. Si algo me han aportado los últimos meses como alumna de la Escuela de Escritores, ha sido constancia. Una constancia que por desgracia había perdido y que me llena de energía, porque a fin de cuentas nada me mueve más que mi amor por la escritura. Así que me propongo un relato/poema a la semana; no tengo por qué hacerlo todas las semanas a rajatabla, pero sí la mayoría de ellas. También quiero empezar a publicar otra vez lo que escribo, y no estoy hablando de editoriales, sino de cosas más sencillas, rápidas y accesibles. 

10. Ser feliz. Aunque la gente se empeñe en decir que soy una persona muy seria (qué le voy a hacer si he nacido inexpresiva), en términos generales me considero feliz. Tengo días tontos, como todo el mundo, pero valoro mucho cada cosa pequeña y me pone más contenta un "buenos días" que a un tonto un lápiz. Así que, ¡tachán, tachán!, me he apuntado a un reto más: #100happydays. Consiste en subir, durante cien días consecutivos, una foto diaria a Instagram mostrándole al mundo lo que te ha hecho feliz. Sencillo, efectivo. Sólo falta que mi cabeza despistada no me juegue la pasada de hacer que se me olvide algún día...

Y estas son mis diez metas principales. Ahora que las he plasmado por escrito, me las creo incluso menos. ¿De dónde se supone que voy a sacar el tiempo? Ya os iré informando...

2 comentarios:

  1. Lo de consumir de forma responsable se nota en el bolsillo muchísimo. En mi casa somos de la misma creencia y yo soy de la opinión que las batas de casa se inventaron para algo.
    Mucha suerte con el reto más difícil, que es el de poder vencer a la Administración Pública en un proceso selectivo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias! Está complicado, con seguir trabajando de interina como hasta ahora me doy con un canto en los dientes... Pero ojalá.
    P.D.: ¡Vivan las batas!

    ResponderEliminar

Al comentar en este blog, manifiestas conocer y estar de acuerdo con la Política de Privacidad del mismo.