jueves, 13 de abril de 2017

#AdoptaUnaAutora: Emmi Itäranta y el movimiento Finnish Weird

Érase una vez un pequeño y lejano país del norte que tenía un pasado complejo y dividido. Su ubicación geográfica lo situaba entre dos grandes imperios; por lo que su lengua nacional se vio subordinada, en unas ocasiones, a la de su vecino del oeste y, en otras, a la de su vecino del este. A pesar de que el país había desarrollado un riquísimo folklore y una creativa tradición poética oral, los primeros intentos por darle a la lengua nacional un rol oficial no se produjeron hasta hace ciento cincuenta años.
Finnish Weird, Vol. 1


Aunque existen vestigios del uso de la lengua proto-finesa desde aproximadamente un milenio antes de Cristo, la historia de Finlandia es la de una región estratégicamente localizada y, como tal, utilizada y ocupada de forma alterna y sucesiva durante siglos por Suecia y Rusia: ambas potencias fuertes enfrentadas entre sí cuyo idioma propio era impuesto como el de cultura y uso administrativo en todo el territorio conquistado. 
El idioma finés, vehicular para todos los nativos de la región, se utilizaba para transmitir de forma oral la rica valija folklórica amasada durante siglos (y que recogió en el siglo XIX Elias Lönnrot en el Kalevala). Mientras tanto, el sueco y el ruso fueron las lenguas usadas en el ámbito culto y que se adueñaron también de la literatura escrita. Obras de tanto peso como las novelas de los Moomin, de Tove Jansson, fueron concebidas en sueco.
Cuando Finlandia se independiza de Rusia, en 1917, la lengua finesa cobra oficialidad y reaparece en su faceta escrita ya no sólo en periódicos (que existían previamente) sino también y por vez primera en obras literarias de ficción.

La ficción en finés de las primeras décadas responde a las necesidades de una nación joven que ha estado sometida durante mucho tiempo, y se centran en plasmar la historia y el estilo de vida del pueblo finlandés de un modo que se acerca mucho a la realidad. Los elementos fantásticos, nunca ausentes del todo, se consideran parte de los libros dirigidos a niños y jóvenes, pero apenas figuran en obras para público adulto. 

La fantasía y la ciencia-ficción fueron géneros olvidados y carentes de interés para el grueso de los lectores finlandeses hasta hace apenas veinte años. Las grandes obras internacionales enmarcadas en estos géneros (1984, Dune, El hombre en el castillo...) fueron traducidas al finés a partir de los 60, y no comenzaron a cosechar aficionados hasta las décadas de los 70 y 80. Se puede decir que es entonces cuando nace lo que hoy se conoce como Finnish Weird: el heterogénero grupo de escritores y escritoras que publican fantasía y ciencia-ficción, dos de los géneros dominantes en la actualidad, y que además están empapados de una serie de rasgos y temas muy íntimamente ligados a su país de nacimiento. Novelas como The rabbit back literature society de Pasi Ilmari Jääskeläinen o The core of the sun y Troll: a love story (en español, Angel y el troll) de Johanna Sinisalo son inseparables del contexto en el que surgen, de la tradición finlandesa y del tipo de sociedad en la que se conciben. Su humor negro, sus personajes desnudos y salvajes, la relación con el bosque y la atmósfera melancólica y nocturna son profundamente finlandeses, así como recurrentes en las obras de autores que, por lo demás, no tienen nada que ver entre sí. El realismo es crucial en la ciencia-ficción finlandesa

Johanna Sinisalo es la que da nombre a un movimiento hasta entonces huérfano, bautizándolo como Finnish Weird allá por 2010; en 2014 se publica el primer número de la revista homónima, que se puede encontrar en inglés en su web. A esta declaración de intenciones se suman Tiina Raevaara, Magdalena Hai, Leena Likitalo, Anne Leinonen y muchos otros autores y, especialmente, autoras que llevan en la actualidad el peso de la narrativa finlandesa y que poco a poco están consiguiendo exportar esta peculiar forma de ver el mundo. Emmi Itäranta, mi autora adoptada, es pionera en la publicación de forma simultánea en finés e inglés: escribe sus obras paralelamente en los dos idiomas y sus trabajos han sido editados en ambos. La memoria del agua, su primera novela, ha visto la luz también en español gracias a Ediciones B; el Finnish Weird engloba obras tan ricas, únicas y distintas entre sí que cuesta creer que todavía exista tal resistencia a traerlas a nuestro país. 

Nunca se debería utilizar el género narrativo como criterio para evaluar los méritos literarios de una obra, contaba Emmi en el primer número de Finnish Weird. En mi opinión, una de las funciones principales de la ficción es la de mostrar el mundo desde una nueva perspectiva y cuestionar lo obvio. La ciencia-ficción cumple este propósito porque no está limitada por los problemas del realismo. (...) El mercado literario finlandés es tan pequeño que, para poder sobrevivir, la ciencia-ficción debe cruzar géneros y mezclarse con las corrientes principales para encontrar un público más amplio que el de los aficionados a la ciencia-ficción.


Sin duda, el mundo del Finnish Weird desborda ideas y posibilidades, y sus autores buscan incansablemente llevarlo más allá de sus fronteras por medio de publicaciones tan imprescindibles como la revista creada por Sinisalo. Os invito a empujar el movimiento y a darle visibilidad como yo espero seguir haciéndolo.


Fuentes consultadas:


3 comentarios:

  1. Llego aquí a través del hashtag de #adoptaunaautora y creo que me voy a quedar, si no te importa ^.^

    Me encantan estas curiosidades de la historia de las lenguas ♥ No sabía nada del finés (ni de la historia con Rusia y Suecia, hala, tengo que ponerme las pilas con la geografía política y la historia mundial) Qué ganas de leer esa fantasía tan folklórica y tan de cuento de hadas, sobre todo cuando existe esa conexión con el medio ambiente: la atmósfera que describes del género es *-* Me he apuntado todos los títulos para futuras lecturas y curiosearé por la web del Finnish Weird. (Es una flipada porque está en inglés y se pueden leer números atrasados, ¡qué gran descubrimiento, gracias!).

    Nos leemos,
    Nuw

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  2. ¡Muchas gracias por pasarte y comentar, @missnuw! De los títulos que menciono, te recomiendo que NO empieces por Troll de Sinisalo; la leí hace años y la odié. Es una novela difícil, trata temas bastante delicados y mi reacción fue de repulsión. Ahora, años más tarde, hablando de esto con Emmi Itäranta, ella me ha dicho que Troll es una de sus novelas favoritas pero que hace falta conocer bastante bien la cultura finlandesa para entender lo trascendental que es. A ver si no tardo mucho en sentirme cómoda para darle otra oportunidad.

    Me voy a tu blog ya mismo.

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  3. ¡Vaya! Espero seguir al tanto de lo que publiques para informarme más.

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