¡Hola a todos! Aunque el domingo ya esté afrontando su recta final, he decidido animarme a publicar la primera recomendación poética del año. Y voy a hacer un poco de trampa porque voy a compartir versos escritos en gallego, así que lo siento mucho por los que no lo habléis.
Desde que me vine a vivir a la Mariña lucense y empecé a hacer turismo por distintas áreas de la provincia, he entrado en contacto con las letras de muchos autores de la zona y me he reenamorado de la poesía en nuestro idioma. Hay un montón de nombres que me muero de ganas de descubrir, pero sin duda uno de los que voy a atajar primero es Manuel María, el Poeta da Terra Chá. Manuel María dedicó líneas y tinta a su tierra, y me lo he ido encontrando en casi todos los municipios que he pisado en los últimos meses. Como buena gallega, el amor a la patria y la sempiterna morriña me son muy familiares y tal vez por eso me haya encandilado tanto.
MANUEL MARÍA
Imagen extraída de serrandolibros.com |
Nacido en Outeiro de Rei (Lugo) en el año 1929, Manuel María se crió en una familia labriega acomodada. A los trece años, se fue a estudiar a los Maristas de la ciudad de Lugo, donde enseguida se unió a los círculos literarios del momento. A los veinte años entró en contacto con el galleguismo gracias a su relación con autores como Luis Pimentel, Uxío Novoneyra y Ánxel Fole. Su primera conferencia versó sobre Juan Ramón Jiménez.
Trabajó en Monforte de Lemos como procurador y militó en partidos nacionalistas clandestinos (Unión do Povo Galego y Partido Socialista Galego). También fue, por un breve período, miembro de la Real Academia Galega y dedicó gran parte de su tiempo a colaborar con asociaciones para la recuperación e incentivación de la cultura gallega. Entre 1979 y 1985, fue concejal en Monforte por el BNG.
En Monforte abrió, junto a su mujer Saleta Goy, la librería Xistral. En 1998 se fueron a vivir a A Coruña, donde murió en 2004.
En 2016, se le dedicó el Día das Letras Galegas a su obra, que incluye ensayos (A presencia do mar na poesía galega, O tema da emigración na poesía galega, Raimon, poeta do noso tempo...), teatro (Auto do taberneiro, Auto da costureira, Entremés da OTAN...), narrativa adulta e infantil (O xornaleiro e sete testemuñas máis, As ribeiras son escuras, Cando o mar foi polo río...); y, sobre todo, poesía (Muiñeiro de brétemas, Morrendo a cada intre, Terra Chá, Mar maior, Cancións do lusco ao fusco, Cancioneiro de Monforte de Lemos, Poemas a Compostela, Os lonxes do solpor...).
El castrapo es un concepto muy de aquí: se refiere al gallego mezclado con el castellano, esa lengua intermedia que usamos casi todos, fruto en gran medida de una época en que se relegó a la lengua de Galicia a ser el habla del pueblo iletrado y se colocó el español en las posiciones de poder y cultura.
Aunque en mi entorno solemos llamarle castrapo al gallego mal hablado, Manuel María nos habla de lo contrario: de un castellano contaminado de gallego porque lo hablan personas cuya lengua madre es el gallego con el único propósito de parecer más cultas.
Ollade esa antroidada: son galegos,
xente do pobo, sinxela e moi normal.
Olládeos, como un fato de borregos,
falando o seu castrapo "tipical".
Esprésanse nunha estrana xerigonza,
van falando un idioma que non hai.
E sinten fondo reparo, gran vergonza,
en falar, como é debido, a fala nai.
Ollade ós moi paletos e cretinos
ladrando o seu castrapo por aí,
intentando ser lidos, cultos, finos
imitando ós "castizos" de Madrí.
Eles, probes, non poden ser culpados
polo seu idioma, tristeiro i anormal.
A culpa é de quen di: "Sede educados,
que falar galego está moi mal...".
Mondoñedo me está haciendo hablar gallego todos los días, y es algo que me ha venido genial. En mi casa, mis padres siempre han hablado gallego entre ellos y castellano con sus hijas. Me he criado en castellano y necesité irme a Madrid para darme cuenta de que por nada del mundo quería perder esta riqueza. Así que podéis esperar más entradas como ésta.
¡Buena nueva semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Al comentar en este blog, manifiestas conocer y estar de acuerdo con la Política de Privacidad del mismo.