Hace un año, entre lágrimas, le dediqué unas últimas palabras a la serie que cambió mi vida, a la serie que ya forma parte de mi persona de un modo tan profundo como los recuerdos o los valores, a la serie que me hizo reír, llorar, pensar, filosofar, aprender. Cuesta creer que ya haya pasado tanto tiempo de aquella mañana en que me levanté a las seis para ver el último capítulo y me fui corriendo de casa a realizar una exposición en la universidad. No puedo añadir más de lo que ya comenté entonces, pues lo único que me queda es la sensación de orgullo y agradecimiento que resulta cuando sabes que has formado parte de algo grande.
Siempre será importante para mí. Como dijo Jorge García: Life will never be the same.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Al comentar en este blog, manifiestas conocer y estar de acuerdo con la Política de Privacidad del mismo.