domingo, 21 de octubre de 2018

[Domingo de Poesía] No conozco el ser de las cosas, sí sus cualidades

Cuando entrevisté a Emmi Itäranta para Adopta una Autora, le pedí que mencionara algunos escritores finlandeses que tuvieran gran influencia en su propia obra. Uno de los nombres que obtuve a modo de respuesta fue el de Eeva-Liisa Manner y hoy vengo a compartir sus versos con todo el que tenga ganas de emocionarse.


EEVA-LIISA MANNER

Imagen extraída de https://www.kansanuutiset.fi

Eeva-Liisa Manner nació en Helsinki en 1921, pero pasó gran parte de su vida en Vyborg. Vyborg (Viipuri en finés) se encuentra en la región de Carelia, hoy dividida entre Rusia y Finlandia, y llegó a ser una de las ciudades más importantes de Finlandia. Sin embargo, en 1939 se inició la Guerra de Invierno entre los dos países por adquirir el control sobre el territorio de Carelia. Eeva-Liisa vivió los bombardeos que destrozaron su ciudad y esto dejaría en ella una herida que nunca se cerraría.

Durante su adultez, trabajó en una compañía de seguros y posteriormente en una editorial. También pasó largos períodos de tiempo en España.

Manner comenzó a publicar poesía en 1944, con Negro y rojo, pero hasta 1956 no llegaría su primer trabajo masivamente aclamado: El viaje. Su lírica se enmarca dentro del modernismo, con multitud de imágenes y matices, así como una musicalidad imposible de traducir desde una lengua tan rica en sonoridad y cadencias como el finés.

Manner también escribía teatro lírico, como Eros y Psique (1959). Asimismo, publicó diversos ensayos filosóficos (como Así cambiaron las estaciones, en 1964) y una autobiografía centrada en su infancia.

Murió en Tampere en 1995. A día de hoy, es una de las poetas más reconocidas de Finlandia y varios de sus trabajos han sido traducidos y exportados.


NO CONOZCO EL SER DE LAS COSAS, SÍ SUS CUALIDADES

No conozco el ser de las cosas, sí sus cualidades.
Conozco tu ser, no tus cualidades.

¿Por qué esta infinita intriga y capricho?
¿Decir cosas frías abrasadoramente? ¿Cosas abrasadoras, fríamente?

Cuadratura del círculo, qué multitud de aristas,
y volver a empezar desde el principio: escribir con niebla.

Mira lo que hace en el espejo la mano que escribe:
lo hace todo al revés.

Nada.

“No se puede vivir sin amar”
“Sí, se puede”, dije
y me vestí de negro
para el último baile de disfraces.

Y tenía la boca llena de polvo
como si se me hubiese secado de tanto llorar
(ahora no había llorado en cincuenta años).

No quiero vuestro cielo, compañeros,
las mendaces promesas, los falsos amigos,
las calles de besos,
las mentiras de espejos huidizos.
Quiero romper el último sello,
la luna que no da luz,
la noche en la que no brilla nada.



¡Feliz domingo!

1 comentario:

Al comentar en este blog, manifiestas conocer y estar de acuerdo con la Política de Privacidad del mismo.